El estado nutricional y el estilo de vida pueden tener una gran influencia tanto
en la fertilidad femenina como en la masculina. El conjunto de hábitos y
prácticas cotidianas, como el consumo elevado de alcohol, el tabaquismo, el
sedentarismo y la ingesta inadecuada de alimentos, pueden afectar a la salud
reproductiva de ambos.
En relación a la alimentación, ¿cuál sería la mejor dieta para la fertilidad?
El patrón dietético mediterráneo se ha recomendado como modelo de
alimentación saludable. Este modelo se practica en distintas partes del mundo
con efectos beneficiosos para la salud humana. Las poblaciones con hábitos
mediterráneos presentan una menor incidencia de síndrome metabólico,
hipertensión, dislipidemia y diabetes, además de una mayor longevidad,
especialmente en comparación con el patrón occidental/americano.
¿Qué es la Dieta Mediterránea?
La Dieta Mediterránea hace referencia al estilo de alimentación de los países
de la costa mediterránea como Grecia, Francia, España e Italia.
Se caracteriza por:
Alto consumo de alimentos frescos y naturales como frutas, verduras,
cereales integrales, legumbres, frutos secos.
Alimentos mínimamente procesados.
Aceite de oliva como principal fuente de grasa.
Consumo moderado de lácteos y huevos.
Alto consumo de pescado y bajo consumo de carne roja.
Abundante cantidad de agua.
Al final, ¿qué hace con que la Dieta Mediterránea sea relacionada con la
mejora de la fertilidad?
La adherencia a un patrón mediterráneo se asocia con mejores resultados en la
fertilidad tanto en mujeres como en hombres. Posee propiedades
antiinflamatorias y antioxidantes gracias a su alto contenido de grasas
saludables como el ácido graso omega 3 y de vitamina y minerales como por
ejemplo la vitamina E, la vitamina C, el betacaroteno, el selenio, el zinc, el
licopeno, etc…
Se sabe que las especies reactivas del oxígeno son una causa importante de
infertilidad y los antioxidantes de la dieta pueden aliviar el daño oxidativo sobre
la fertilidad.
En relación a las mujeres, la dieta puede ayudar a disminuir problemas
ovulatórios y mejorar el desarrollo embrionario. Una ingesta adecuada de
vitaminas y minerales es básica tanto a nivel ovocitario como uterino,
endometrial y placentario.
Otro factor interesante es que con la Dieta Mediterránea se observa un nivel
aumentado de folato tanto en la sangre como en el folículo de las mujeres y de
esa manera podría aumentar el número de ovocitos y embriones.
Sin embargo, los efectos de la dieta sobre la receptividad endometrial no deben
negarse. Por la alta ingesta de aceites vegetales, la dieta tiene alto contenido
de ácido linoleico que es un precursor de prostaglandina que es importante
para mantener la receptividad endometrial. Por lo tanto, la dieta puede afectar a
la implantación de embriones regulando la función endometrial.
En cuando a la fertilidad masculina, la dieta ayuda a mejorar la calidad seminal
pues permite un aporte de nutrientes fundamentales para la producción
espermática.
Adicionalmente, la Dieta Mediterránea está relacionada con el favorecimiento
de la implantación en la reproducción asistida. Un estudio de 2010 de la
American Society for Reproductive Medicine demostró que las parejas que
tuvieron alta adherencia a ese patrón dietético presentaron 40% más de
probabilidades de embarazo tras la fertilización in vitro.
Podemos concluir que la Dieta Mediterránea está relacionada con mejorías en
la fertilidad femenina y masculina y de esa manera es una de las estrategias
que podemos adoptar junto con una mejora de estilo de vida en general como
practicar ejercicios físicos con regularidad, evitar el tabaquismo, evitar la bebida
alcohólica, evitar exceso de cafeína, mantener una buena hidratación y evitar el
estrés.
En la Clínica ERGO contamos con un departamento de asesoramiento dietético, donde nuestra compañera Marcela podrá orientaros a diseñar una relación de alimentos y menús semanales teniendo en cuenta vuestro estilo de vida y mejorando el aporte nutricional necesario para mejorar los resultados reproductivos.
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