Parece increíble, ¿verdad? Tan solo han pasado 40 años desde el nacimiento del primer bebé gracias a la reproducción asistida. Un 25 de Julio de 1978 en el que se marcaba un antes y un después en la ciencia.
En el Royal Oldham General Hospital en Inglaterra, a las 11 horas y 40 minutos, se producía el nacimiento por cesárea de Louise Brown, la primera niña concebida en el mundo por fecundación in vitro gracias al ginecólogo Patrick Steptoe y al fisiólogo Robert Edwards (Premio Nobel de Medicina en el año 2010), y por supuesto a la perseverancia de sus padres Lesley y John Brown.
Desde entonces, los avances en esta rama científica han sido asombrosos. ¿Hacemos un repaso de los momentos más importantes?
El primer éxito tras la utilización de medicación para la estimulación ovárica (en concreto las gonadotropinas, similares a las usadas en la actualidad) tuvo lugar en 1981 en Norfolk (Virginia) en el grupo dirigido por Howard y Georgeanna Jones.
Unos años más tarde, el 12 de Julio de 1984 nace en Barcelona Victoria Anna, a las 37 semanas de gestación y con un peso de 2.470 gramos, convirtiéndose en el primer bebé en España fruto de la fecundación in vitro. En este proceso participaron el Dr. Pedro Barri y las biólogas Anna Veiga, Gloria Calderón y Paz Maristán del Instituto Universitario Dexeus entre otros especialistas.
Tan solo un año después se produce el primer nacimiento por FIV en un Hospital Público, en concreto en Bilbao de la mano del Dr. José Ángel Portuondo y su equipo de biólogos y enfermeros.
La criopreservación de embriones supuso un gran avance y un antes y un después en la forma de realizar los tratamientos de FIV. El primer nacimiento tras descongelación de embriones se consiguió en 1983 por el equipo australiano de Trounson y Mohr. En nuestro país se consiguió en Julio de 1987 al mismo tiempo que comenzaban a llegar los primeros partos tras donación de óvulos.
Pero sin duda, el mayor avance tecnológico de la reproducción asistida fue el desarrollo de la microinyección espermática o ICSI (Intra-Citoplasmic Sperm Inyetion). Fue en 1992 cuando Gianpiero Palermo desarrolló esta técnica que permite introducir un espermatozoide dentro del citoplasma del óvulo. Fue un gran avance para aquellas parejas con un factor masculino severo (poca cantidad de espermatozoides y/o poca motilidad de los mismos).
Ese mismo año se consiguió en España el primer bebé nacido tras ICSI, y utilizando la misma técnica, el segundo nacimiento mundial tras biopsia testicular.
Pero los avances en análisis genéticos también tuvieron su papel importante en la reproducción asistida cuando en marzo de 1994 nació el primer bebé tras el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) gracias a la colaboración entre el Instituto Universitario Dexeus y la Universidad Autónoma de Barcelona.
En 1993 comenzaron a realizarse lavados de espermatozoides de hombres seropositivos al virus del VIH con el fin de conseguir un embarazo sin riesgo de contagio a la pareja y al bebe, y en 2002 nacieron en España los primeros niños tras la congelación y descongelación de ovocitos.
En diciembre del 2002 el IVI, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, consigue por primera vez en España, y gracias al diagnóstico genético preimplantacional, que nazca un bebé sano cuyos padres son portadores de fibrosis quística. Y en 2008 se consiguió en España el primer nacimiento de un niño histocompatible para tratar a un hermano afecto de una anemia congénita severa (beta-talasemia major) en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
El primer nacimiento tras maduración in vitro de ovocitos se consigue en 2006 en el Instituto Universitario Dexeus y el transplante ovárico permite el nacimiento del primer bebé en marzo de 2009 en IVI.
Todos estos avances en medicina y biología de la reproducción han sido posibles gracias al esfuerzo y dedicación de médico, embriólogos, investigadores, tecnólogos, genetistas… Equipos multidisciplinares que han hecho posible alcanzar las altas cotas de excelencia hasta hoy logradas en este campo.
Ese reconocimiento, extensible a todos los que trabajan en este bonito ámbito sanitario, llegó con el premio Nobel de medicina en el año 2010 al profesor Robert Edwards por su importantísima contribución al desarrollo de la fecundación in vitro humana.
Ahora más de 8 millones de niños han nacido en todo el mundo gracias a estas técnicas. Millones de familias que ven cumplido su deseo de ser padres y millones de profesionales que con su esfuerzo, dedicación e ilusión diaria consiguen que los sueños se conviertan en realidad.