Cuando una pareja o mujer acude a nuestro centro buscando ayuda para conseguir un embarazo, notamos la ilusión en sus ojos, pero también los miedos y angustia que en muchos casos ha generado meses de intentos frustrados previos. Pero a medida que vamos conociéndoles, esos sentimientos ya no son sólo los de ellos, sino que muchas veces nos hablan de lo importante que sería para ellos darles un nieto a sus padres. Esos futuros abuelos también son una realidad en nuestra profesión.
A veces desconocen el proceso
La mayoría de parejas que tienen dificultades para conseguir un embarazo, no se lo comentan a sus padres, y generalmente el motivo es no preocuparles. Sienten que ese bebé también es muy deseado por ellos y no quieren transmitirles la sensación de que hay un problema.
Otras veces, siendo conocedores, creen ayudar…
Con toda su buena intención, pero no siempre acertando, están pendientes del proceso preguntando qué tal ha ido cada analítica o ecografía. Habitualmente esto genera más presión en los pacientes, porque ya no tienen sólo su propia preocupación, sino una responsabilidad sobre la información que deben transmitir.
Pero sin duda, son parte fundamental de estas historias
Algunas chicas vienen acompañadas por sus madres, para sentir su apoyo o incluso que ellas mismas resuelvan las dudas que les pueden surgir de estos procesos. Existe complicidad, y una enorme ilusión por el resultado.
Cuando un bebé llega a un hogar, no sólo llena el corazón de sus padres, sino también de los nuevos abuelos. Vivir esta experiencia es totalmente diferente a cuando ellos fueron padres, se disfruta de otra manera más tranquila y sobre todo, llega la oportunidad de malcriar a los nietos…
Con una mente muy abierta a los nuevos tratamientos
Erróneamente puede creerse que las personas mayores pueden estar en contra de los tratamientos de fertilidad, por ser considerados poco naturales, pero precisamente es todo lo contrario. Nuestra experiencia nos dice que al comentarles la situación, son ellos mismos los que animan a sus hijos a buscar ayuda en las clínicas, a hacer el tratamiento y darle normalidad a todo el proceso.
Incluso la utilización de donantes de óvulos, semen o embriones, tiene una acogida mucho más normalizada de lo que inicialmente puede pensarse. Aunque nadie se plantea en un principio utilizar gametos donados para formar una familia, si esa situación se da, el amor incondicional de unos padres por sus hijos hace que les apoyen en aceptar esas donaciones y verles felices. Ese nieto es y será siempre su nieto porque es quien le ha dado la felicidad a su hijo.
Los abuelos.. tan necesarios que deberían ser eternos. Hoy, va por ellos, por su apoyo incondicional.