Estimulación ovárica: cómo funciona realmente

Uno de los mayores avances que se han conseguido en medicina reproductiva ha sido poder obtener más de un óvulo en un ciclo menstrual. Eso es gracias a la medicación específica que se administra, pero en cuanto las pacientes oyen la palabra «hormona» asaltan las dudas.

Qué medicación se utiliza

La base de las estimulaciones ováricas es la hormona FSH (hormona estimulante de folículo), que es la misma que las mujeres tienen todos los meses de manera natural para desarrollar su folículo. Hay varias formas de obtener esta hormona, aunque las principales sería ingeniería genética (recombinante) u origen urinario (proviene de la purificación de la orina de mujeres menopáusicas). Ambas formas están altamente desarrolladas y a nivel científico tienen descritos los mejores resultados reproductivos.

De manera personalizada, y en función de las características de la paciente, se añade otra hormona llamada LH (hormona luteinizante), que también está presente de manera natural durante la fase final folicular y que en reproducción asistida suele utilizarse en mujeres a partir de los 37 años, pacientes con ciclos irregulares o SOP, y en casos donde el tratamiento previo con solamente FSH no ha tenido los resultados esperados.

Cómo se administra la medicación

A día de hoy la administración para estimulación ovárica tiene que ser mediante inyecciones subcutáneas. Las agujas utilizadas son muy finas y por tanto no producen ningún dolor a la paciente. Nuestro equipo de enfermería enseña a la paciente cómo administrársela y es ella quien en su domicilio de manera totalmente autónoma lo realiza cada día durante los 10-12 días que dura el tratamiento. Es un proceso muy sencillo, y aunque puede dar cierto reparo de primeras, al cabo de un par de pinchazos las pacientes están mucho más a gusto.

Cómo estimula los ovarios

Los valores naturales de FSH hacen que cada mes crezca un folículo en el ovario, pero el resto de folículos antrales que eran visibles al inicio del ciclo, se destruyen. La medicación de estimulación ovárica consigue rescatar esos folículos, darles FSH para que también crezcan, y así se consigue que no crezca solamente el correspondiente al ciclo, sino también los demás. Es una forma de «engañar al ovario» y no dejarle que destruya ninguno.

Es medicación muy segura

Este tipo de medicación ha pasado unos altísimos controles de calidad y está totalmente demostrada su seguridad. Además, el hacer ecografías cada pocos días permite hacer seguimiento del crecimiento de los folículos e ir adaptando la dosis a cada caso concreto.

Equilibrio entre respuesta y bienestar de la paciente

Es la base de la mayoría de tratamientos de FIV (cierto es que en ocasiones se hacen ciclos naturales sin medicación, pero son casos muy concretos), y no necesariamente el objetivo es estimular todos los folículos que haya, sino mantener un equilibrio entre obtener un número adecuado y las sensaciones físicas de la paciente. Las estimulaciones suaves (que es por lo que apostamos en la Clínica ERGO), permite obtener un número óptimo de ovocitos y además de muy buena calidad; menos estrés para el ovario, para la paciente y por tanto para los ovocitos que deben madurar durante ese proceso.

Si necesitas más información o tienes dudas sobre el proceso de estimulación ovárica, consúltanos sin compromiso. Estaremos encantados de ayudarte.