Cómo afrontar un tratamiento de reproducción asistida en el verano es muy variable. Hay un alto porcentaje de pacientes que quieren aprovechar estas fechas para estar más tranquilos de la vorágine del trabajo, o aprovechar las vacaciones para congelar óvulos,… Pero también hay muchos pacientes que prefieren descansar en verano y comenzar el tratamiento en Septiembre.
Ambas opciones son buenas ideas, cada uno sabe cuándo le viene mejor, y nosotros siempre estaremos para adaptarnos. Pero quienes prefieran retomarlo con la vuelta al cole, es importante tener en cuenta que existen una serie de pruebas que hay que hacer previamente, y que en algunos casos tienen un tiempo un poquito largo de entrega de resultados. Os damos algunos ejemplos.
Doble-Trio seminal (15 días)
Se trata de un estudio molecular del semen, el más completo que actualmente existe desde el punto de vista de diagnóstico. Simplemente con la aportación de una muestra de semen, valoramos un seminograma completo, la madurez espermática, la fragmentación de ADN espermático de cadena sencilla y doble, y las aneuploidías espermáticas.
De todas esas pruebas, tendremos el mismo día el resultado del seminograma y la madurez espermática, pero el resto tienen un tiempo de entrega de resultados de entre 10 y 15 días.
Se indica hacer esta prueba cuando existe una patología seminal, un ciclo previo con mala calidad embrionaria, abortos de repetición o fallos de implantación. Y se aplica tanto a fecundación in vitro como ovodonación.
Histerosalpingografía (1 mes)
Consiste en conocer la permeabilidad de trompas. Realmente el resultado se tiene sobre la marcha, ya que al realizarse con un gel y ecografía vaginal (y sin ningún dolor), la paciente estará viendo con nosotros cómo pasa el gel por las trompas en tiempo real. Pero esta prueba se realiza en un momento muy concreto del ciclo (desde que la chica deje de manchar y antes de ovulación), por lo que realmente durante ese ciclo prácticamente solo se puede hacer esa prueba.
Está indicada principalmente cuando se valora hacer inseminación artificial, para poder saber que el semen va a poder pasar hacia los ovarios.
Test genético de portadores (1 mes)
Analítica de sangre que identifica qué mutaciones tiene un individuo dentro de un listado de más de 2200 enfermedades. De media, todos tenemos entre 2 y 4 mutaciones de ese listado, y no implicada más que eso. El riesgo sería que ambos miembros compartiesen la misma mutación, en cuyo caso habría un riesgo del 25% de que el niño nacido sí tuviese la enfermedad por heredar ambas mutaciones.
Se suele hacer cuando ha habido embarazos previos con alguna enfermedad, antecedentes de enfermedades raras, o utilización de donación de gametos (para asignar un donante que no comparta la misma mutación).
Cariotipo (20 días)
También con una simple analítica de sangre se puede ver que las células tengan el ADN correctamente empaquetado en los 46 cromosomas. En caso de no ser así, pueden detectarse alteraciones cromosómicas numéricas o estructurales, que puedan explicar abortos previos o no embarazo natural.
Se realizan siempre antes de un tratamiento de fecundación in vitro o de ovodonación (cuando se usa semen de la pareja). En caso de encontrar una alteración, la indicación es analizar los embriones ya que aumentan las probabilidades de tener embriones genéticamente alterados que darían lugar a fallos de implantación, abortos de repetición o niños nacidos con patologías.
Estudio molecular de Endometrio (1 mes)
Consiste en conocer la microbiota endometrial (cantidad de lactobacillus o presencia de bacterias patógenas) y localizar la ventana de implantación de una manera personalizada en cada paciente. Si alguno de estos parámetros estuviese alterado, se relaciona con fallos de implantación o abortos de repetición, y todos tienen solución.
Para realizarlo, debemos emplear un mes desde el inicio del ciclo, administrando la medicación que haríamos para poner posteriormente un embrión. Se imita todo igual, y se coge una muestra de biopsia endometrial para analizar. Los resultados tardan unos 10-15 días, que unidos a los 12-17 días de preparación previa hacen que finalmente todo esté en un mes.
Esta prueba está indicada cuando existe un fallo de implantación previo o un aborto del primer trimestre, para poder conocer el endometrio en profundidad, ya que al fin y al cabo, y por muchos embriones que haya, el útero siempre será el mismo y merece ser cuidado.
Si tu idea es comenzar tratamiento en septiembre u octubre, puedes consultarnos para ir adelantando aquellas pruebas que requieran más tiempo. Nosotros te indicaremos cuáles son necesarias en tu caso, y de una manera muy relajada podrás aprovechar los meses de verano para dejarlo hecho.
Consúltanos, estaremos encantados de ayudarte.